Ha llegado noviembre y después de
muchas semanas de organización y búsqueda de
voluntarios y patrocinadores Gustavo Méndez,
propietario del albergue Sierra de Gredos e impulsor
de las conocidas limpiezas en el entorno del embalse
de El Burguillo lo tiene ya todo listo para dar
rienda suelta a esta iniciativa medioambiental.
Cuenta a día de hoy, relata con alrededor de 130
voluntarios y una amplia representación de
patrocinadores y colaboradores que se distribuirán
por dos zonas del pantano para cumplir con esta
edición de 2023, la sexta que llevará a término
desde que iniciara una acción que nació en 2017 y
que sólo la pandemia suspendió en aquel fatídico
2020.
La zona del puente de la Gaznata y
de las islas de El Burguillo serán el foco de
atención y por supuesto de limpieza, en un recorrido
de alrededor de cinco kilómetros, estima y que viene
a completar otras acciones llevadas a cabo tiempo
atrás.
En torno a las 10 horas se
reunirán los voluntarios para después y durante
cuatro horas eliminar todos los restos que se han
acumulado en el último año en este entorno.
Lamentablemente siempre hay materia que quitar del
medio porque la concienciación no es excesiva al
respecto. Para la jornada las previsiones
meteorológicas no son malas ya que las máximas
pueden llegar a 16 grados;ahora bien, habrá que
abrigarse porque aunque empiece a las 10 la limpieza
a esa hora aún hace frío.
Para la ocasión y para poder
completar la jornada con una buena barbacoa en el
albergue y con la música de Minkee & friends ha sido
necesario el apoyo de muchos.Como siempre cuentan
con el respaldo de Coca-Cola, de la Junta de
Castilla y León, de Diputación o de los
Ayuntamientos de El Barraco y de Navaluenga así como
empresas de restauración, de ocio, de
desinfectación.El abanico es enorme y la implicación
no decae a pesar de que esta causa medioambiental
siga cumpliendo años.
Por recordar una cifra, sólo el
año pasado se sacaron de este enclave 5.000 kilos
de basuras de lo más variadas, por supuesto envases
de plástico, botellas de vidrio y tubos, pero
también sombrillas y sillas, entre otros muchos. La
intención no es otra que poner coto a lo que ellos
denominan turismo sucio y que no es otro que el que
practican algunos de los visitantes del pantano
especialmente en verano.
